CEO, CSO y cofundador, y presidente, respectivamente, Vytrus Biotech y AEIC
La elección de un producto de cuidado personal ya no se define solo por su eficacia, sino también por la experiencia emocional y sensorial que genera.
En este contexto, se presenta una nueva colección de cremas de manos, fruto de la colaboración entre Sowvital, Scentmate e Isabelle van Ingen, que lleva el cuidado diario un paso más allá, a una invitación a explorar el layering olfativo para crear una firma personal.
El layering olfativo —la combinación de dos o más fragancias distintas sobre la piel para crear un perfume nuevo y personal— se ha consolidado como una de las principales tendencias en perfumería. Cada vez más consumidores buscan productos que no solo cuiden la piel, sino que les permitan experimentar con su identidad olfativa, mezclando cremas, aceites o brumas de manera que cada combinación sea auténtica y exclusiva. Esta preferencia se refleja en una demanda creciente de productos versátiles, híbridos y con significado emocional que transformen los hábitos de autocuidado en un ritual sensorial y creativo.
En este contexto, Scentmate, casa de fragancias de referencia que acompaña a sus clientes en el desarrollo de fragancias exitosas para sus productos y Sowvital, casa de rituales botánicos que ofrece fragancias, productos de cuidado y accesorios lifestyle, junto con la consultora Isabelle van Ingen (ISA Fragrances), se han unido para crear cremas inspiradas en la esencia de las frutas del huerto y la cosecha del jardín: higo, manzana, pera y tomate.
Esta colaboración ha permitido combinar el conocimiento especializado de cada empresa para desarrollar una gama de productos que integran hidratación y cuidado de la piel con fragancias de perfumería fina, aportando frescura y vitalidad, conectándonos con la naturaleza y fusionándose con nuestro perfume personal para crear una firma olfativa única.
“Nuestro objetivo, según Siomara López, Fragrance Development Manager de Scentmate by dsm-firmenich, es “crear fragancias que hagan más que oler bien, que te transporten. Queremos que cada fragancia te conduzca directamente a un huerto bañado por el sol, donde recoges fruta madura con tus propias manos. Es una experiencia sensorial completamente inmersiva que te conecta con un momento, un recuerdo, una emoción”. Por su parte, Isabelle van Ingen destaca que “estas fragancias redefinen el ritual del cuidado de la piel. Aquí, el sentido del olfato ocupa el lugar central.
La fragancia no es un añadido; es el núcleo de la experiencia. Eliges una textura o una fórmula no solo por lo que hace en tu piel, sino por cómo te hace sentir. Es una estrategia basada en valores y arraigada en la sensorialidad olfativa, que transforma el cuidado cotidiano en un momento de placer consciente."
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