La glicación cutánea tiene una relación muy estrecha con la alimentación
La glicación cutánea es uno de los responsables de envejecimiento cutáneo más relevante porque provoca alteraciones en el ADN de la epidermis y la fijación de azúcares en las proteínas intra y extracelulares. Ello hace que las fibras de colágeno y elastina se vuelvan rígidas y, en consecuencia, la piel pierda elasticidad y firmeza. En este sentido, se trata de uno de los fenómenos moleculares más directamente relacionados con la aparición prematura de arrugas y flacidez.
La glicación cutánea tiene una relación muy estrecha con la alimentación, ya que a través de una alimentación cuidada rica en antioxidantes y evitando casi o al completo los azúcares, pasteles y/o grasas, que afecta directamente al estado de tu piel, es posible luchar contra este fenómeno biológico. Por eso, es ideal optar por cocciones al vapor, lentas y a fuego bajo y consumir alimentos crudos, como frutas y verduras llenas de antioxidantes, pues ayudarán al organismo a no producir proteínas glicosiladas.
Sin embargo, aunque es imprescindible cuidarnos desde dentro para estar sanos por fuera, también es posible luchar contra la glicación a través de los cosméticos adecuados que reduzcan o eviten sus efectos.
“Las cremas C1 y C2 Antiedad de Facialderm bloquean los efectos de la glicación para prevenir el envejecimiento y luchar contra la pérdida de firmeza, sumado además a su potente efecto antiestrés”, explica la dermatóloga Paloma Borrego. En este sentido, la crema C1 Antiedad y Antiestrés está especialmente indicada para pieles normales o secas que necesitan un extra de hidratación, mientras que la Crema C2 está diseñada para pieles mixtas o grasas que requieren de cremas más ligeras para evitar un exceso de grasa.
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