Con propiedades antiinflamatorias, hidratantes, antioxidantes y calmantes, el CBD ofrece una solución completa para el cuidado de la piel, diferenciándose de otros ingredientes por su capacidad de proporcionar múltiples beneficios en un solo compuesto. Sin embargo, el camino del CBD en la cosmética no ha estado exento de desafíos, desde la regulación y la educación del consumidor hasta la calidad y la investigación científica.
Cada poco tiempo, nace un ingrediente estrella en la industria cosmética. Las fórmulas se reinventan de forma incesante abrazando nuevos componentes que elevan sus efectos, les permiten llegar a un nuevo público, consiguen avances en términos de sostenibilidad o mejoran su textura, aroma o absorción. Así, nos hemos ido acostumbrando a que todo tenga vitamina C, ácido hialurónico o, incluso, babas de caracol. Sin embargo, ninguno de estos ingredientes sigue el guión del CBD o cannabidiol, un componente de cremas y lociones que ha vivido y vive una historia muy particular. El CBD es diferente por muchas razones, desde lo social a lo personal.
Desde su irrupción a gran escala en la industria cosmética, en EE.UU. en 2018, tras la aprobación de la Ley Agrícola en EE.UU. que legalizó los productos de cáñamo, cada vez más grandes marcas del sector lo han incorporado a sus formulaciones. Todos querían experimentar con la prometedora sustancia, cuyos beneficios ya habían sido ampliamente documentados por la Medicina Tradicional China. Según un informe de tendencias de Social Standards, el interés del consumidor en el CBD para la belleza aumentó un 279% interanual en 2019, sólo un año después de que llenara las vitrinas de farmacias, boutiques y centros comerciales.

Ahora bien, ¿qué es el CBD?
El atractivo del CBD o cannabidiol, y también su lado más polémico, es, sin duda, su origen. Se trata de uno de los 100 componentes de la planta de cannabis, y el segundo en abundancia. A diferencia del THC, el componente del cannabis que se asocia a lo que vulgarmente se conoce como “colocón”, el CBD no tiene efectos psicoactivos. Esto sucede porque ni siquiera procede de la marihuana, sino de una variedad de cannabis conocida como cáñamo industrial y que se caracteriza por su alto nivel de CBD y bajo de THC. El CBD es una sustancia segura, según la Organización Mundial de la Salud.
Las propiedades que lo convierten en un ingrediente muy interesante para la industria cosmética son su acción antiinflamatoria (ideal para pieles sensibles y con tendencia acneica), hidratante (mejora el aspecto de la piel), antioxidante (combate el envejecimiento prematuro) y calmante (alivia y refresca la piel). Lo que distingue al CBD de otros ingredientes es su capacidad para proporcionar múltiples beneficios en un solo compuesto, reduciendo la necesidad de productos adicionales. Mientras que muchos productos antiinflamatorios pueden ser irritantes para pieles sensibles, el CBD proporciona una solución suave pero efectiva, adecuada para todo tipo de piel.
Un gran potencial inicialmente lastrado por malas prácticas
El rápido crecimiento del mercado de CBD no ha estado exento de problemas. La falta de regulación y educación adecuada sobre el ingrediente llevó a la proliferación de productos de dudosa calidad, generando desconfianza entre los consumidores.
La sobreexposición del CBD en el mercado, impulsada por afirmaciones exageradas sobre sus beneficios, resultó en una avalancha de productos que no cumplían con los estándares de calidad. Por ejemplo, en 2020, un estudio de la Universidad de Pensilvania encontró que casi el 70% de los productos de CBD vendidos online estaban mal etiquetados, por contener menos CBD del indicado o incluso no contenerlo (y poner en su lugar el inferior aceite de cáñamo). Esta falta de precisión y transparencia empezó a socavar la confianza del consumidor, que tenía que enfrentarse al tabú de un producto procedente del cannabis en un escenario opaco y sin vocación de educar.
En febrero de 2022, Beboe Therapies, una vez llamada "el Hermès de la marihuana" por The New York Times, cerró. No fue la única empresa cosmética de CBD que vio cómo sus sueños de éxito se desvanecían.
Una oportunidad para los verdaderos expertos en cannabis: el caso de hakuLab
La exigencia de transparencia y conocimiento en el uso del CBD, más elevada que con el resto de ingredientes cosméticos, supuso una oportunidad única para pequeñas empresas cannábicas que ya lideraban el sector con otros formatos no cosméticos.
En España, lo vivimos de primera mano con ProfesorCBD, que lanzó su primera línea de productos cosméticos y geles deportivos en diciembre de 2020, bajo la marca hakuLab. Acostumbrados a manejar estrictos estándares de calidad y a educar a los consumidores sobre los beneficios y usos del cannabis, proyectos cannábicos como el nuestro sí que encontraron en el mercado cosmético un nicho perfecto para crecer.

Poder demostrar con claridad el origen del cáñamo con el que se trabaja, conocer la resbaladiza regulación al dedillo, ofrecer un entorno seguro con analíticas y recursos educativos, mantener un hilo directo con su usuarios más recurrentes y tratar cada cosmético de CBD casi como una pieza de artesanía (asumiendo, por tanto, que tendrás pocas referencias: una Facial de Piel Joven, una Facial de Piel Madura, una Loción para Cuerpazos y dos Geles deportivos Efecto Frío y Calor), han sido las claves que han permitido que hakuLab no sólo sobreviva, sino que también prospere en un mercado en constante evolución. Actualmente, nuestros cosméticos de CBD están en farmacias, grandes almacenes y retailers de belleza.
Y la industria ha aprendido algo sobre la marcha: vender cosméticos de CBD requiere de una sensibilidad y posicionamiento especial.
Desafíos científicos del CBD en la industria cosmética
Una vez posicionados en el tablero de juego, los fabricantes de cosmética de CBD se enfrentan a un segundo desafío: seguir investigando un ingrediente relativamente reciente para optimizar sus beneficios. Por ello, en hakuLab apostamos por los avances en investigación, participando en estudios científicos como ‘ETHEREA, Estudio Traslacional y Holístico del Envejecimiento en Relación con las Enfermedades y la Actividad’, en el que, de la mano de la empresa biotech ETERNA Diagnostics, indagamos en la acción del CBD sobre la edad biológica de sus usuarios.
En lo relativo a los beneficios 100% cosméticos, los desafíos de la industria se podrían resumir en los siguientes:
La prometida regulación del cannabis medicinal en España: ¿el impulso definitivo?
Desde hakuLab, creemos que la anunciada regulación del cannabis medicinal en España será el catalizador necesario para la consolidación y expansión de la cosmética con CBD en el país. A medida que avancen las discusiones y se promulguen nuevas leyes que permitan el uso medicinal del cannabis, la percepción pública y la aceptación del CBD como un ingrediente valioso y seguro irá mejorando. Esta evolución legislativa no solo proporcionará un marco legal más claro y uniforme, sino que también fomentará la inversión en investigación y desarrollo..
Actualmente, la comercialización de cosmética de CBD es totalmente legal en España, pero imperan muchas dudas con respecto a distintos criterios legislativos. Una regularización clara del cannabis medicinal en general, y de los productos de CBD en particular, podría establecer precedentes y estándares que beneficien directamente a la industria cosmética del CBD. España, un país con una rica tradición tanto en cosmética como en cultivo de cáñamo, está más que preparada para convertirse en un líder europeo en la producción de cosméticos con CBD. Esto no sólo abrirá nuevas oportunidades de mercado para las empresas españolas, sino que será el impulso definitivo que la cosmética de CBD necesita para alcanzar su pleno potencial y revolucionar el cuidado de la piel.
| Nombre | Ana García Moreno |
|---|---|
| Empresa | hakuLab |
| Cargo | Responsable de Divulgación |
| Biografía | |
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