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18/03/2024 / Guillermo Rodríguez

Microalgas marinas y biotecnología: innovación cosmética bajo el mar

Impulsora de la sostenibilidad, la industria cosmética lleva la exploración por innovación hasta lo invisible para ofrecer soluciones clave a las demandas tanto del presente como del futuro. Origen de muchos ingredientes disruptivos, los fondos marinos y su biodiversidad se convierten en el destino más sorprendente para la investigación biotecnológica más sostenible.

En nuestra constante búsqueda de avances en la industria cosmética, las microalgas marinas se desvelan como un recurso fascinante y prácticamente inexplorado. Este tesoro biológico, rico en nutrientes y compuestos bioactivos, no solo ofrece beneficios notables para la salud y la belleza de la piel, sino que también despierta un interés renovado por la sostenibilidad y el respeto por el entorno.

Las microalgas marinas, microorganismos casi invisibles a simple vista, han revelado un potencial asombroso para la producción de compuestos complejos en entornos controlados. Su resistencia a las condiciones extremas del medio marino ha llevado al descubrimiento de una variedad de activos valiosos para la industria farmacéutica y cosmética. Estos activos, lejos de ser solo beneficiosos para la piel, muestran también propiedades antienvejecimiento, regeneradoras y protectoras.

En nuestra exploración por ingredientes activos que no solo aporten propiedades beneficiosas para la piel, sino que también respeten el planeta, destacamos a Emiliania, una microalga que se extiende por todo el mundo. Su singularidad se revela al proteger su célula detrás de una armadura de escudos llamados Cocolitos. ¿Qué la hace tan especial? Emiliania absorbe considerables cantidades de carbono atmosférico para construir transitoriamente su caparazón de calcita, generando eflorescencias que impactan áreas de hasta 1 millón de kilómetros cuadrados.  Esto implica que cada año, el plancton oceánico absorbe 2 billones de toneladas de CO2, cantidad equivalente al carbono absorbido por todos los bosques primarios del planeta. 

Este fenómeno va más allá de su rol estético, convirtiéndola en un aliado crucial en la lucha contra el calentamiento climático. Después de la floración, los Cocolitos se dispersan en aerosoles marinos, contribuyendo a la formación de nubes en la interfaz océano-atmósfera. Actuando como una pantalla protectora, Emiliania mitiga significativamente el impacto de los gases de efecto invernadero.

Lo que captura la atención de la industria cosmética es el genoma de Emiliania. Sus genes variables permiten adaptarse al entorno, siendo estos la clave de su resiliencia frente a condiciones ambientales críticas. La fuente de este activo radica en la biotecnología, a través del cultivo de Emiliania huxleyi en fotobiorreactores con una cepa original aislada en Normandía, Francia.

De esta fascinante microalga surge IDASKIN, un activo que revitaliza los sistemas de resiliencia de la piel. En un mundo donde la piel enfrenta diariamente agresiones como los rayos UV, agentes químicos y contaminación, el estrés oxidativo se convierte en una constante amenaza. IDASKIN emerge como un escudo protector, proporcionando resiliencia frente a los UV, fortaleciendo la barrera cutánea y ofreciendo una piel menos reactiva y seca, así como un cutis más fresco y homogéneo.

El mecanismo detrás de este impacto positivo se encuentra en la reactivación de los genes asociados a los sistemas de control de calidad de las proteínas. Este proceso no solo eleva la vitalidad celular, sino que también constituye un paso crucial hacia la construcción de una piel saludable y resistente. En este contexto, la conexión intrínseca entre la maravilla biológica de Emiliania y la eficacia transformadora de IDASKIN refuerza el compromiso de la industria cosmética con la innovación sostenible y el respeto por nuestro entorno.

En este viaje de descubrimiento, Codif se destaca como pionero en la exploración de las profundidades oceánicas. La empresa, fundada por Antoine Gedouin y Romuald Vallée, ha liderado iniciativas de colaboración e inversión para estudiar de cerca el potencial de las microalgas y otros recursos marinos. Su enfoque se centra en ofrecer productos cosméticos únicos, diferenciadores y basados en la tecnología natural.

La elección de la compañía de centrarse en el origen marino se basa en el reconocimiento de que el agua es la fuente primordial de la vida. A través de una profunda comprensión de este medio, la empresa ha descubierto las propiedades excepcionales de microorganismos marinos, especialmente las microalgas, que comparten una afinidad biológica única con nuestra piel. La investigación de Codif se ha orientado a explorar cómo el mar puede ofrecer los mejores activos para la belleza y la salud de la piel. 

La calidad de los principios activos de la sociedad francesa no solo se sustenta en cuidadosas selecciones de materias primas, sino también en su compromiso con normativas internacionales y altos estándares de calidad. La certificación ISO 22716 respalda la calidad y eficacia de sus activos, con estudios clínicos que demuestran su rendimiento y tolerancia en la piel.

En un esfuerzo por no solo tomar, sino también devolver al océano, la compañía ha incorporado prácticas sostenibles en todas sus operaciones: desde métodos de extracción con bajo impacto ambiental hasta programas de cultivos marinos y vegetales que preservan la biodiversidad y la sustentabilidad de las especies, todo para equilibrar el uso de estos recursos marinos.

Por otro lado, la empresa también se preocupa por ofrecer productos de alta calidad y demostrar su compromiso con la ética ambiental al convertirse en miembro de la UEBT (Unión para el Comercio Ético de Productos de la Biotecnología). Esta asociación, sin ánimo de lucro, promueve el abastecimiento ético y el respeto por el medioambiente.

Asimismo, la exploración de Codif no se limita a la creación de productos cosméticos. Su iniciativa de estudio sobre la biodiversidad marina, como el plancton, ha llevado a descubrimientos que van más allá de los beneficios para la piel. La comprensión de la importancia del plancton en la vida oceánica ha influido directamente en el desarrollo de productos como IDASKIN, con impactos positivos en la capacidad del océano para capturar carbono y regular el clima en la tierra.

En definitiva, los activos de origen marino no solo representan una fuente prometedora de ingredientes activos para la cosmética, sino que también inspiran una nueva perspectiva de sostenibilidad y respeto por nuestro entorno. La combinación de la innovación y la riqueza del mar invitan a explorar continuamente estos tesoros marinos, no solo en beneficio de nuestra piel, sino también para preservar la salud de nuestro planeta.

 

 

Datos del autor
Nombre Laura Antón
Empresa EG Active Cosmetics
Cargo Directora técnica y comercial
Biografía
Beauty Cluster

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