Tradicionalmente, el acto de comprar se ha venido realizando en espacios físicos, acogedores y agradables en los que los clientes se sienten cómodos, satisfechos y permanentemente estimulados. Las técnicas de marketing aplicadas a la distribución consideran todos los factores que afectan a estos procesos de compra, desde la localización de los establecimientos a la publicidad en el lugar de venta, pasando por los escaparates y los recorridos dentro del local.