La piel sensible es una condición dermatológica frecuente en Europa y países industrializados, que afecta especialmente a la población femenina. Según el IFSI (International Forum for the Study of Itch), la piel sensible se define como un síndrome marcado por la aparición de sensaciones molestas, como pueden ser escozor, dolor u hormigueo en respuesta a estímulos normales que en general no desencadenan estas sensaciones