AEIC
Entrevistas online
Últimos nombramientos
16/11/2020 / Guillermo Rodríguez

¿Cosmética cruelty free o vegana? Diferenciarlas es fácil... si sabes cómo

¿Cosmética vegana o cosmética cruelty-free? ¿Estoy comprando lo que quiero comprar? La eterna duda. Ambos términos se relacionan con los animales, por lo que los consumidores todavía muestran cierta confusión al respecto y la gran mayoría asume que una etiqueta implica la otra. La lógica apunta en esa dirección, pero no es así. "Cruelty-free" es una voz importada literalmente del inglés que significa "Sin crueldad", pero esto no quiere decir que esos productos no contengan ingredientes de origen animal. La realidad es que este término se usa en cosmética para aclarar que el producto "No está testado en animales", pero no significa que sea vegano. Los productos cruelty-free sí pueden contener ingredientes animales.

 

EN LA UE ESTÁ EN VIGOR la directiva 2003/15/CE, destinada a prohibir en su totalidad la fabricación y venta en suelo europeo de productos cosméticos que hayan sido previamente testados en animales de laboratorio. Esta directiva tuvo dos fases en su aplicación:

  • Primera fase: tuvo lugar en el periodo 2004-2009. En ella se prohibió la experimentación en animales con fines cosméticos de cualquier producto e ingrediente que formase parte del producto final en la UE para su fabricación o venta en suelo europeo.
  • Segunda fase: a partir del 2013. Esta prohibición se extendió a las pruebas de toxicidad que, hasta esta fecha, habían estado exentas en la aplicación de la primera fase.

Es decir, los productos cosméticos comercializados en Europa no necesitan tener el sello cruelty-free para diferenciarse, puesto que todos deben cumplir con esta ley para salir al mercado.

EEUU sigue la pauta europea. Sin embargo, en Asia no existe consenso, siendo cada país quien toma sus decisiones. En China es obligatorio, pero aun así las firmas foráneas pueden llegar a vender allí y cada caso se estudia individualmente. Algunas no obtienen los permisos y otras, directamente, se niegan por coherencia. Las marcas hechas en China que quieran comercializarse en Europa y EEUU deben ajustarse a la regulación europea. Se puede importar perfectamente un producto hecho en suelo chino ajustado a la legislación cruelty free occidental.

En cuanto a los sellos, los más famosos son el de PETA (el conejo con orejas rosas con el lema cruelty free debajo) y Leaping Bunny (silueta de un conejo saltando). Pero, ¡ojo!, no todas las marcas cruelty free tienen los sellos. Es algo opcional y algunas marcas deciden no usarlos.

La cosmética vegana es la que no incluye ingredientes de origen animal en sus formulaciones. Muchos son evidentes, pero otros sorprenden. Los ingredientes animales más usados son los siguientes:

  1. Colágeno: es una proteína que forma fibras y se obtiene de huesos, cartílagos y tejidos animales como la piel de cerdo o las patas de pollo. La principal función del colágeno es la de crear y mantener las estructuras de los tejidos que forman el organismo, incluida la piel, por lo que juega un rol decisivo en propiedades como la firmeza y flexibilidad. Este ingrediente es muy usado en productos faciales para combatir las arrugas, flacidez y líneas de expresión.
  2. Biotina: es una vitamina del grupo B que se halla en todas las células vivas, especialmente en la leche y en las levaduras. En cosmética se utiliza en champús y cremas, por ejemplo, como agente texturizador.
  3. Ácido carmínico: se trata del pigmento rojo extraído de la cochinilla hembra machacada. Se utiliza en cosméticos, especialmente labiales, champús y también en alimentación, en forma de colorante. Se puede identificar por su nomenclatura E-120.
  4. Retinol: es la vitamina A de fuente animal, muy utilizada en cremas para pieles maduras, ya que promueve la producción natural de colágeno en la piel.
  5. Urea: se extrae de la orina y otros fluidos corporales y se usa en desodorantes, dentífricos y enjuagues, tintes, cremas, lociones, champús… Ingredientes como imidazolidinyl urea, polyoxymethylene urea y diazolidinyl urea son conservantes que liberan formaldehído, un compuesto alergénico y cancerígeno, según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer.
  6. Miel: la miel es antibacteriana y reguladora de sebo. Se usa también para productos capilares al ser muy hidratante. Otros derivados de la abeja populares son la jalea real o el polen.
  7. Leche: las leches de vaca, oveja, cabra, camella, burra y otros mamíferos se utilizan ampliamente en cosmética con diversas aplicaciones: cremas, lociones, jabones… Sin embargo, también es cierto que cada vez son menos marcas las que usan este ingrediente puesto que las proteínas de la leche y el ácido de la caseína láctica tienden a causar alergias cutáneas.

En cuanto a la categoría vegana, no existe un sello oficial. Hay varias empresas que cuentan con sellos propios, con los que muestran su compromiso a formular sus productos sin ingredientes de origen animal. Si no hay sello, nos queda leer el INCI o preguntar directamente a la marca.

Puede que al leer los beneficios de estos ingredientes animales los consumidores no vean nada malo en usarlos. En algunos casos no implica la muerte del animal, pero como sucede en la industria alimentaria, la obtención de esas materias primas dista mucho de ser respetuosa cuando hablamos de marcas de gran consumo. La clave aquí es que todos esos ingredientes tienen una alternativa igual de eficaz pero menos conocida de origen natural o sintético, eliminando así la explotación animal. Dejando a un lado el debate ético y entrando en el terreno de la cosmética natural, es más que posible producir una cosmética natural y orgánica más respetuosa con el medioambiente que, además, reporta múltiples beneficios a la piel. La cosmética formulada a base de plantas contiene valiosos antioxidantes y vitaminas, especialmente cuando se trata de plantas que se han tenido que adaptar a condiciones hostiles. Sus extractos son particularmente apreciados puesto que aportan las cualidades de esos mecanismos de defensa. Además, la biodisponibilidad de esas fórmulas es muy alta, el cuerpo las absorbe con facilidad y cuentan con la innegable ventaja de no verter toxinas al torrente sanguíneo.

Hace unos años era difícil elegir, pero actualmente el mercado ofrece muchísimas opciones y alternativas para las personas que quieren adaptar su consumo de cosmética y adaptarlo a lo que puede ser toda una filosofía de estilo de vida. La palanca de cambio está en nuestras manos.

Datos del autor
Nombre Claudia Varanski
Empresa Varanski Naturals
Cargo Fundadora
Biografía
Beauty Cluster

Política de privacidad | Cookies | Aviso legal | Información adicional| miembros de CEDRO