El alcornoque es el único árbol del mundo al que se le puede quitar la corteza sin corteza sin sufrir daños, porque esta se regenera para proteger el tronco, en un proceso de proceso de fotosíntesis que absorbe hasta cinco veces más CO2 que los árboles no cosechados. Originario de de la cuenca mediterránea occidental, se ha utilizado durante siglos como fuente principal de tapones para botellas de vino.
Sus propiedades regeneradoras y ecológicas han inspirado al fabricante y proveedor internacional de belleza Quadpack a desarrollar una gama de corcho gama de corcho para su cartera QLine, utilizando un subproducto de la industria de los tapones de vino. La innovación en el uso de tapones con fragancia saca lo mejor de las propiedades del corcho.
Este material es hipoalergénico, ya que no absorbe el polvo, lo que ayuda a proteger contra alergias y
enfermedades respiratorias. Por otro lado, la impermeabilidad de la suberina y los ceroides contenidos en las paredes celulares protegen al corcho contra la humedad y le permiten envejecer sin deteriorarse. Además, el corcho tiene una baja conductividad al calor y se adapta a las variaciones de temperatura y presión sin comprometer su integridad.
Los nuevos tapones están aglomerados con aproximadamente un 10% de poliuretano (PU) de calidad alimentaria para garantizar el correcto mecanizado del material, el cual es realmente ligero, siendo beneficioso para el desarrollo de un packaging cómodo para su transporte y manejo.
Por último, el corcho es un producto completamente sostenible, ya que cada trozo se aprovecha y no se desperdicia nada.
“Este lanzamiento representa un gran paso adelante en el compromiso de Quadpack con la circularidad de sus productos, desde el origen hasta el final de su vida útil”, afirma Isabelle de Maistre, responsable de comunicaciones de Quadpack.
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