AEIC
Entrevistas online
Últimos nombramientos
30/03/2020 / Redacción / 601 visitas

Empezar a cuidarse por el cabello

 

#QuédateEnCasa y sigue una rutina en la que esté incluído vestirte como si fueras a ir a la oficina a trabajar”, son las dos recomendaciones que más se han podido ver, escuchar y leer en estos días desde que dieran comienzo las jornadas de tele-trabajo y el estado de alarma nacional no sólo se apoderara de la cotidianeidad de cada uno sino que también afectara a las emociones que éste provoca.

Angustia, impotencia, estrés, agobio, frustración y tristeza, son algunos de los sentimientos a los que muchas personas tendrán que enfrentarse durante el aislamiento. La falta de contacto social y físico crea un vacío que a priori puede resultar difícil de llenar. Donde antes había un horario, delimitaciones de espacio, organización y costumbre, de repente hay que crear una nueva rutina en la que todo se ubica en un mismo lugar y en la que falta el ejercicio, falta el aire fresco, falta el contacto con compañeros del trabajo, amigos o familia, y, cómo no, falta la libertad para elegir qué, cómo, cuándo y dónde se hacen las cosas. 

Siguiendo el dicho que reza “una imagen vale más que mil palabras”, los expertos inciden en la necesidad de prestar atención a la higiene e imagen personal en estos días de desorden cotidiano que, si se dejan llevar por el descontrol de la comodidad y la pereza, pueden hacernos más daño de lo que pensamos. Y es que la imagen con la que decidimos presentarnos al mundo y que percibimos de nosotros mismos está estrechamente relacionada con nuestro bienestar emocional y salud mental. Aquello que vemos en el espejo es capaz de condicionar nuestra manera de pensar y actuar, y en momentos como estos, estar contentos con nuestro reflejo es más importante que nunca. Esto no conlleva sólo cuidar la dieta, procurar moverse y ponerse ropa que uno llevaría al trabajo, sino también observarse de cuello para arriba y prestar atención al cabello.

El Dr. Javier Pedraz, director médico de Insparya Madrid, la clínica de cuidado capilar portuguesa más importante de Europa, lleva años atendiendo las necesidades capilares de pacientes que ven afectada la calidad y cantidad de su pelo por diferentes factores externos, y si bien una rutina casera hace que parezca que estamos protegidos de la contaminación, del Sol o del abuso de herramientas de moldeado con calor como secadores, tenacillas o planchas alisadoras, él confirma que la realidad es bien distinta y es por ello que recomienda seguir los siguientes consejos:

En primer lugar, es vital continuar lavando el cabello con regularidad. El cuero cabelludo, tanto si tiende a acumular sebo como si no, se ensucia cada vez que lo tocamos y en días en los que uno no sabe con qué mantener las manos ocupadas, éstas se van instintivamente a la cabeza, por lo que una limpieza regular diaria, en días alternos o de dos o tres veces por semana, dependiendo del tipo de cabellera, es imprescindible. 

Para seguir, el especialista hace incapié en el peinado: “Al igual que psicólogos recomiendan vestirse y quitarse la ropa de dormir, a nivel psicológico es necesario también peinarse a diario”. Con un peine de púas gruesas y el pelo seco (siempre mejor antes de lavarlo, pues sino la melena expone su fragilidad y se vuelve más quebradiza), el cepillado se debe convertir en una parte esencial del día a día, ya que no sólo desenreda el cabello, sino que además estimula el riego sanguíneo en la cabeza.

A falta de expertos peluqueros en casa que puedan continuarnos el cuidado y tratamiento de nuestro pelo, es recomendable no abusar de productos con demasiados ingredientes químicos, por lo que los tintes siempre mejor de tipo vegetal para no alterar la naturalidad del cuero cabelludo.

En lo que respecta a los efectos nocivos de la luz solar, que tanto puede resecar una melena como volverla más delicada y alterar su color, es verdad que dentro de casa estamos más protegidos. Sin embargo, también carecemos, por tanto, de vitamina D, esencial en la absorción de calcio en el cabello, y nos sobreexponemos a la luz artificial de bombillas y pantallas, las cuales, igual que pueden tener efectos visibles y poco favorecedores en la piel (las consecuencias de la luz azul ya son de sobra conocidas), también pueden tenerlos sobre la cabellera. Deslustrada o reseca, ésta necesitará más que nunca de aceites, sérums y mascarillas para su buen mantenimiento.

Y, finalmente, recuperando una de las recomendaciones de los expertos acerca del cuidado de la dieta, el Dr. Pedraz insiste: “Algo muy habitual en estas situaciones son los llamados “asaltos a la nevera”. Es más fácil caer en la tentación de los dulces o comida poco sana, y hay que tener en cuenta que el exceso de dulce es nocivo tanto para la salud como para el cabello, ya que el azúcar produce andrógenos, que pueden provocar la caída del cabello. Es importante crear un hábito de comida saludable, teniendo en cuenta que los alimentos más adecuados son todos los que contengan proteínas de origen animal o vegetal (huevos, carnes…) que aportarán al organismo y por ende al cabello nutrientes esenciales para su fortalecimiento como la vitamina B12, el magnesio o el cinc”.

Y ahora ya lo sabemos, a cuidarse hay que empezar, siempre, desde arriba.

Beauty Cluster

Política de privacidad | Cookies | Aviso legal | Información adicional| miembros de CEDRO