Tratar una patología, limpiar y proteger nuestro cabello, embellecer una parte de nuestro cuerpo, o, incluso, cuidar y mantener en buen estado nuestra piel. Las necesidades que cubren y satisfacen hoy en día los productos de autocuidado son ilimitadas. Distinguir cuál es el apropiado en cada momento se ha vuelto imperativo.